Eran los legendarios años 80 y los chicos tenían ganas de divertirse. Era diciembre y el frío era cortante, pero al sol se estaba bien… ¡Eh sí! ¡El sol de Nápoles siempre calienta! Luca tenía 16 años y se aburría cuando su mamá le pedía que llevara a su abuelo a comprar más pastores para el belén. Hubiera preferido salir con sus amigos e ir a un buen partido de fútbol y hablar de música y burlarse de las chicas.

Pero tenía que hacerlo, mamá no quería oír ninguna excusa y los amigos se fueron sin él. Mientras paseaba con el abuelo por las calles de SAN GREGORIO ARMENO (es una de las calles más conocidas de Nápoles y es famosa por la presencia de las muchas tiendas de belenes). Tenía que abrirse paso a través de la gente, la calle estaba siempre llena y tenía que tener cuidado de que el abuelo no se cayera. El abuelo se detenía a menudo, era muy exigente en la elección de los pastores para su pesebre que cada año se hacía más y más grande. Como cada año el abuelo al volver a casa, como un niño los iba a colocar cuidadosamente y mientras tanto se quejaba de lo caro que había llegado a ser el precio de los pastores. La abuela resoplaba porque era hora de comer y lo estaba llamando, pero él nada.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces, y también este año es Navidad. ¡Una Navidad muy extraña en Nápoles sin tantos parientes y largas mesas de al menos treinta personas! ¡La Navidad 2020!

¡Luca la pasará con su hermosa familia, él ahora tiene cuatro hijos y una preciosa mujer que casualmente conoció en San Gregorio Armenio! Y mientras decora la casa para Navidad se detiene a mirar el belén que ahora es él quien lo hace con los pastores del abuelo.

El corazón de Luca se llena de emoción y está muy contento de no haber ido con sus amigos aquel día de hace tantos años.

Alessandra De Vivo